El hecho de que nuestro universo sea un campo de entrenamiento no lo hace irreal, simplemente no es permanente. Lo que puede ser una ilusión temporal en el entorno de los seres humanos no desmerita el hecho de que una naranja comida por un ser terrenal tenga mejor sabor que el de una creada en el mundo del espíritu e ingerida por un alma.
Con el mismo simbolismo, la realidad de un mundo espiritual interdimensional, con su falta de absolutos, permite darle al alma una magnitud de experiencias que van mucho más allá de cualquier concepción física.
Extracto
de "DESTINO DE LAS ALMAS" Un eterno crecimiento
espiritual por MICHAEL NEWTON Ph.D
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