Imagen de Sophia Perennis
El Antiguo Testamento atribuye a la Palabra de Dios un inmenso poder, siendo enviada por Él para efectúar grandes cambios.
"Por
la fe entendemos que ha sido constituido el universo por la palabra de
Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía."
(Hebreos 11:3)
"Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina." (Salmo 107:20)
"Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina." (Salmo 107:20)
Trabajando las palabras del ancestral método O´Hoponopono: Te quiero / Lo siento / Perdóname / Gracias, de la manera en que las revalidó Letian Da Shi, se aprecia, una y otra vez, como se producen esperanzadores cambios en nuestro entorno inmediato.
Lo SIENTO, por favor PERDONAME, GRACIAS, TE AMO.
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